Las ventas récord y el alto crecimiento del crédito se alejan del panorama para 2023

PANORAMA. La economía y el empleo de los ciudadanos tiene un pronóstico complicado.
PANORAMA. La economía y el empleo de los ciudadanos tiene un pronóstico complicado.

El rebote, luego de la caída de la pandemia y la crisis arrastrada desde 2015, se agota en la economía ecuatoriana. La inflación mensual en noviembre de 2022 ya fue negativa.

En los últimos días, el ministro de Economía, Pablo Arosemena, ha resaltado que las ventas, entre enero y noviembre de 2022, alcanzaron una cifra récord de $196.996 millones.

Esa reactivación ha sido visible en sectores como el automotriz, y el comercial, pero según Yolanda Rivas, economista e investigadora, el mayor componente de este crecimiento, de más del 13% con respecto a 2021, corresponde al “efecto rebote” que no se podrá replicar en 2023.

“Incluso antes de la pandemia, pero con mayor fuerza cuando el covid obligó a cerrar una parte de la economía, quedaron represadas compras e inversiones. El aumento del consumo durante este 2022 es un reflejo de lo que quedó pendiente en años anteriores, pero ese impulso se está agotando”, puntualizó.

Inflación negativa

Aunque la inflación acumulada anual se ubicó en el 3,64%, sobre todo por el encarecimiento de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, en noviembre de 2022 se volvió a registrar una inflación mensual negativa.

Es decir, en los últimos 30 días se comenzó a visibilizar una caída en la demanda de los hogares, menos liquidez en la economía y las secuelas de un sector productivo poco competitivo.

Los costos de las materias primas y los insumos importados siguen altos, pero la economía local se comienza a desacelerar sin haber recuperado los niveles previos a 2019, según Rivas.

La inflación negativa fue común entre 2016 y 2019, cuando las actividades productivas comenzaron a estancarse con el agotamiento del modelo correísta. Esta situación se profundizó con el duro golpe de la pandemia.

Pero, de acuerdo con Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, no todo es malo, porque la inflación negativa puede ser un fenómeno curativo ante una economía cara para producir y consumir, como la ecuatoriana.

“Todavía hay un largo camino por recorrer. Hoy el poder de compra del dólar en Ecuador está 16,05% por debajo del que tuvo en 2007”, puntualizó.

Situación de los bancos

Según el último reporte de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), los créditos continuaron creciendo a un 16% en noviembre de 2022; pero, por otro lado, el crecimiento de los depósitos solo llegó al 6% anual.

Los bancos y las cooperativas han hecho un gran esfuerzo durante los últimos dos años, incluso reduciendo su encaje en el Banco Central, para cubrir la demanda de financiamiento en la economía; pero la situación es insostenible sin más dinero en el sistema vía más depósitos.

Por eso, ya desde finales de 2022 se ve una tendencia al alza en la tasa de interés que se paga por las inversiones y los depósitos a plazo. Esto se vuelve una oportunidad para los depositantes porque reciben más por su dinero.

Así, los depósitos a un año o más alcanzaron una tasa de interés promedio de 8,4% anual, en diciembre de 2022. En las cooperativas se puede encontrar incluso mayores porcentajes porque el sistema financiero busca captar más para poder seguir prestando.

Sin embargo, para esto juega en contra que los ingresos de la mayoría de los ecuatorianos no ha recuperado sus niveles prepandemia; y la capacidad de ahorro está a la baja.

Actualmente, una familia de clase media ecuatoriana puede ahorrar entre $6 y $29 al mes en el mejor de los casos.

Según Acosta Burneo, de cara a 2023 y los próximos años, el Gobierno debería apostar por impulsar la libre movilidad de capitales y un sistema financiero internacionalizado.

Las actuales tasas pasivas de 8% en dólares podrían atraer capitales de fuera e inyectar liquidez a la economía para mantener altos niveles de crédito.

Ilusión de crecimiento

Fausto Ortiz, exministro de Economía, recalcó que “la ilusión del buen crecimiento terminará en 2022. Para 2023 será necesario contar con un motor comprometido en empujar la economía más allá del 1,5% del crecimiento de la población”.

Es decir, los crecimientos del 4,2% y 2,7% en 2021 y 2022, respectivamente, se agotaron con el rebote de la pandemia y desde el próximo año se necesitará una estrategia para que realmente llegue la inversión privada del exterior y para que la inversión pública tenga más impacto.

La economía ecuatoriana continúa necesitando reformas como la laboral y la de inversiones. De lo contrario, de 2023 a 2027, el crecimiento será menor al 2,5%, que es insuficiente para generar más empleo de calidad.

Hasta octubre de 2022, el nivel de empleo adecuado llegó a los 2,9 millones de personas; y con el empuje de fin de año podría cerrar en 3,15 millones.

De acuerdo con Ortiz, se ha conseguido un importante avance, pero todavía estamos lejos de los 3,5 millones de empleos adecuados de 2015. Al actual ritmo, se necesitarán diez años para recuperar ese terreno

Por eso, Ecuador debería aprender de las lecciones de crisis como la japonesa para tener claras cuáles son las claves para impulsar más apertura comercial, más flexibilización laboral, entre otros temas, para que el rebote postpandemia no se convierta en un espejismo pasajero. (JS)

Evolución de empleo adecuado

A octubre de cada año  
     
Fecha No trabajadores  
2013 2.998.481  
2014 3.414.023  
2015 3.487.110  
2016 3.154.513  
2017 3.303.565  
2018 3.274.463  
2019 3.228.032  
2020 2.339.425  
2021 2.684.258  
2022 2.928.005  

Inflación mensual a noviembre

     
Fecha Porcentaje  
nov-13 0,39%  
nov-14 0,18%  
nov-15 0,11%  
nov-16 -0,15%  
nov-17 -0,27%  
nov-18 -0,25%  
nov-19 -0,70%  
nov-20 -0,91%  
nov-21 0,36%  
nov-22 -0,01%