October…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Personaje folclórico esmeraldeño, gran creador de cuentos, gran narrador callejero; para los años 70, cuando no había televisores, los jóvenes y niños nos divertíamos en las esquinas de las calles, el parque infantil, escuchando las historias creadas por este personaje, que cariñosamente lo llamábamos la Cayoya; nos deslumbraba con el cuento del duende, sus historias espectaculares, se basaban en peleas taciturnas, en la loma del coliseo Cayapas, manifestaba que el duende era un ser pequeño de estatura, usaba un sombrero enorme, con una fuerza descomunal, que a pesar de su fortaleza física las peleas que duraban de 12 de la noche hasta el amanecer, casi siempre terminaban empatadas, y que los  rayos del alba hacían huir al personaje misterioso, tan elocuente, que nos mostraba las huellas en su cuerpo que dejaban los puñetes recibidos, los niños sobre todo, creíamos esas historias.

Este creador de cuentos de la mitología esmeraldeña, no solamente que nos deleitaba, sino que nos enseñaba a soñar, a reír, a identificarnos con un ídolo, que era él, personaje de una novela de película, el que se enfrentaba al duende, como el valiente, el líder, aquel que era capaz de intentar destruir al intruso, al que perseguía y engañaba a los niños, que se los llevaba con música, o con olores fragantes a camarón, para entundarlos y comérselos.

Su nombre October Quintero, también fue creador de la deliciosa majaja esmeraldeña, es un producto elaborado con maíz y especies que solamente él conocía, cuando voceaba la majaja para su venta decía en voz alta que su producto era delicioso, nutritivo, bueno para para el crecimiento, por su alto contenido de calcio; multifacético como era Don October, también asistía a los a los futbolistas cuando sufrían una lesión, era perito sobador, curaba toda lesión sea de zafadura, esguinces, y hasta fracturas, usaba sus mentoles, pero sobre todo sus manos mágicas, con una sobada ya quedabas curado, prácticamente era nuestro traumatólogo.

Se nos fue October, hombre honesto, trabajador, ejemplo de la niñez y juventud, gracias, estimado señor por sus enseñanzas, por tu don de gente, siempre serás recordado por tu pueblo, como un señor, como un grande; que Dios lo tenga en gloria.