Noboa, la fiesta del marketing

Giuseppe Cabrera

Billetes al aire en el barrio Salamanca de Madrid, mientras pedía fiesta y en estado de éxtasis ante el disfrute del poder, así ha relatado la visita del Presidente a Europa, un periodista de ultra derecha y creador de mentiras de un panfleto que algunos piensan que es un medio de comunicación serio de España, parece bastante probablemente que todo haya sido creado intencionalmente desde Ecuador por alguno de los detractores de Noboa o ¿alguna?, lo cierto es que no es nada creíble pensar que algo publicado por un conocido amarillista y creador de fakes news, esta vez sí sea verdad. Ahora, lo que sí debe preocuparnos es la ya decidida intención de que este año sea una permanente campaña, nada de lo que ha hecho parece ser planificado a largo plazo o medible en tiempo, más allá de los polvorazos mediáticos que buscan golpear la percepción de inseguridad de la gente y darles un falso sentido de alivio, mientras los datos dicen lo contrario y si bien las muertes violentas sí disminuyeron, la delincuencia común en algunos delitos ha crecido, me escandaliza más que el IVA haya subido en tantos productos que forman parte de la canasta básica en un país, que sigue sumido en la informalidad y el desempleo, a la par que las grandes fortunas y la evasión fiscal aumenta desmesuradamente.

Pienso que en buena medida el letargo que vivimos se sostiene en el discurso de seguridad y el señalamiento de antipatrias antes la disidencia, o estás con el Gobierno o con los narcos, lo que ha vuelto incuestionables las decisiones de Noboa, cada vez más mediáticas y menos planificadas.

Los únicos que viven en fiesta, como la mentira contada alrededor de Noboa, son aquellos que dirigen sus redes y el marketing político de su administración, construyendo relatos que se sientan sobre la imagen de militares y su papel en la crisis, con una institucionalidad débil que solo está bien calificada a nivel de Fuerzas Armadas y, permite legitimar a la administración por antonomasia, un mini Bukele aunque con mayor compromiso liberal que el que mantiene su homónimo de El Salvador.