Neoliberalismo

Christian Pérez

La victoria de Lenin Moreno con el correísmo debía continuar con la ejecución de un plan de gobierno con enfoque social. Sin embargo, Moreno se alejó de manera sistemática del programa de campaña que lo llevó a la presidencia, y aplicó un paquete de medidas de ajuste y aceptación de condiciones impuestas por el FMI que sentó las bases para el desmantelamiento de la red de servicios públicos, dando inicio a un ciclo neoliberal que comenzó en 2017.

En efecto, durante la pandemia, se priorizó el pago de la deuda externa en detrimento del financiamiento de las necesidades para afrontarla; se impulsó la flexibilización laboral y se dio prioridad a la sostenibilidad fiscal por encima de los compromisos de gasto e inversión del Plan Nacional de Desarrollo. Todo esto desembocó en un descontento generalizado que dio paso a las movilizaciones de octubre 2019, con una represión desproporcionada. En este gobierno, las cifras de pobreza y pobreza extrema bordeaban el 28,5% y 7,6%, respectivamente.

Posterior a esto, Guillermo Lasso asume la presidencia, quien ha dado continuidad al programa neoliberal implantado por Moreno, profundizando el desmantelamiento del sistema de redistribución social implementado en la década pasada; siendo los sectores más golpeados la salud que ha llegado a un límite de desabastecimiento y falta de recursos; impulsando un recorte del presupuesto destinado a educación; sumado con la inseguridad que ha llegado a cifras récord ya que la violencia va en aumento y de seguir así el país cerrará el 2023 con una tasa de 40 homicidios por 100.000, situándose como el más violento de la región; y ni que decir de la corrupción.

Partiendo de esta trágica historia de dos gobiernos neoliberales, nos encontramos frente a una nueva decisión electoral, donde las y los ecuatorianos tenemos el derecho de elegir un nuevo mandato presidencial. Es evidente que después de seis años de reducción de presupuesto destinado a la inversión social y regresión de derechos, se espera que la agenda del nuevo gobierno atienda más a las necesidades reales de la gente y priorice su dignidad sobre el capital.