MORIBUNDO 2021

Lasso: primer año
Personaje Eddy Arrobo

Eddy Arrobo Rodríguez

Millares de ecuatorianos que votamos con la esperanza popular de un cambio en el timonel de la administración pública; acongojados, burlados y con las esperanzas rotas, nos preparamos para despedir el moribundo 2021.

Un año más en el calendario de la deshonesta vida política ecuatoriana, donde no se acabaron los pactos entre los supuestos “rivales” históricos. Este año nos deja muchas promesas electorales sin cumplir, pues, varios se convirtieron en cómplices y encubridores al dejar y nombrar como funcionarios de libre remoción, a los denominados “correístas arrepentidos” que ahora defienden a la banca y al libre mercado, parece que se les acabó la doctrina del socialismo del siglo XXI o inescrupulosamente bailan al son de la música del mejor postor.

Para colmo, la falta de trabajo cada vez se agrava, las promesas de campaña de inversión extranjera, creación de empresas y fuentes de empleo, se convirtieron en un simple slogan para el recuerdo. En este contexto, las personas se preguntan ¿cómo se pretende que haya un cambio en la administración si se sigue con las mismas autoridades que han fracasado y demostrado incapacidad en su accionar?; lamentablemente, dentro de las instituciones públicas, irresponsablemente no se hace una valoración y reclasificación del personal para dignificar y ofrecer a los funcionarios bienestar de acuerdo a su perfil profesional, esfuerzo, experiencia y dedicación.

Por todo lo mencionado, la ciudadanía tiene claro que la clase política está envejecida de corrupción, a tal punto que invita a sus huestes para que “si van a robar, roben bien y justifiquen bien”. Sin duda alguna, estos descalificados comportamientos tienen que quemarse en la hoguera de fin de año para que llegue el anhelado cambio generacional y se genere una nueva visión de hacer política que cree trabajo y prosperidad.

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