Manchen toda la ciudad, tíñanla de la dignidad de buscar justicia, píntenla con el dolor que sienten todas ante la impotencia de un sistema que las matas y deja impune a quienes lo hacen.
No habrá en este año, acto de mayor valentía y representación iconoclasta que el que han hecho cientos de mujeres organizadas en el hoy llamado redondel de la Policía.
Sus manos de tinta roja en el redondel de la Av. Atahualpa, solo es la alegoría de una institución que se encuentra manchada desde hace tiempo y de los 206 femicidios que se reportan en lo que va del año.
En Ecuador un policía al día es arrestado por cometer actos por fuera de la ley, sin contar las denuncias que se reciben a diario. Y claro, que una institución esté mal, no significa que todos sus miembros lo estén, pero por la particularidad escondida, no podemos dejar de señalar a una generalidad que se manifiesta a todas las luces, la de una institución corrompida por el poder y los grupos organizados delincuenciales.
Este es el gran problema de la delincuencia y el narcotráfico en el país: políticos de izquierda y derecha, policías, fuerzas armadas, jueces y fiscales, entramados con las redes delincuencias que se han tomado un Estado con pocos mecanismos para detectar la violencia y, muchos incentivos para mantener el espíritu de cuerpo y condescender estos actos.
El feminismo es la fuerza transformadora más importante de esta década en Ecuador y de forma especial en Ambato, su organización creciente desde 2019, pone en evidencia que quienes prometieron proteger y servir, están dispuestos a ocultar y silenciar, por mantener el estado actual de las cosas.
Nuestros restauradores e historiadores de Facebook pueden estar tranquilos que ningún legado histórico o patrimonio local se ha mancillado, manchando un monumento de apenas 20 años, sino es por el contrario, nuestro sentido e identidad de ciudad el que ha sido golpeado en su médula conservadora ante la ironía de mantener erigido un monumento a una institución cuestionada, con apenas el 26% de aprobación nacional. Acaso alguien cuestionaría hacer lo mismo, si se les ocurre erigir el monumento al político o a la Asamblea Nacional.