Un Municipio “Chulquero”

La probidad del CNE en estas elecciones
La probidad del CNE en estas elecciones

Lindon Sanmartín Rodríguez      

Los ciudadanos del cantón Loja estamos en la indefensión ante un Municipio Chulquero, quien no ha soportado la persecución sistemática de las multas que imponen al ciudadano, que diariamente realiza sus actividades y cuyo ingreso económico se ve diezmado por el alto interés que aplica el Municipio.

Se dice en el adagio popular que el Municipio es como el “Papá grande” de una casa, calificativo que en verdad le queda muy, pero muy grande, porque un “Papá Grande” vela por el bienestar de su hijo y más no contribuye a su destrucción, despojándolo de todo su patrimonio y generando la desintegración familiar consiguiendo amparar a pocos, creo que ese no es el sentido de un Papá Grande.

El Municipio “Chulquero” a través de su personal operativo SIMERT, Tránsito, inspectores de higiene, de ornato, agentes de tránsito, de UMAPAL y más dependencias, pasan fisgoneando a los ciudadanos para proceder a emitirle una boleta o citación por alguna presunta irregularidad, pero bueno, dicha sanción la imponen, pero lo más grave del caso es que cuando se acerca el ciudadano a la ventanilla a cancelar, el funcionario de ventanilla le responde que aún no está subida al sistema la multa y que en 15 días, regrese a cancelarla.

Esos 15 días, son los que ocasionan que la multa original tenga un incremento en los intereses, lo que es muy oneroso para la economía familiar. De esta forma es como El Municipio Chulquero destruye la tranquilidad de los hogares lojanos, para beneficiar y saciar las arcas municipales, que no sabemos a qué partidas presupuestarias benefician, porque las multas y sus respectivos intereses, no reflejan en la construcción de obras que beneficien a la ciudad y cantón, o será que más es utilizado para el pago de la obesa burocracia municipal.

En el “Municipio Chulquero” es de Ripley ver cómo abogadas jovencitas, notifican a los ciudadanos con “juicios administrativos”, como si el ciudadano es empleado municipal, pero a pesar de hacerles caer en cuenta del particular, son más avezadas las jovencitas abogadas, que imponen la multa y su criterio “de ley propia” prevalece ante la seguridad jurídica vigente en un país civilizado.

Regenerar sería de fiscalizarlo, porque también es un cobro excesivo para la economía de los lojanos. Ojalá que los concejales revisen estas ordenanzas.

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