Superación colectiva

Desechar la mediocridad
Desechar la mediocridad

Álvaro Peña Flores

Alguna vez en un artículo hice referencia a la Positividad Tóxica, que no es más que la negación o represión de cualquier emoción que distraiga la felicidad y por consecuencia el éxito, así mismo, el incremento del comercio de todo aquel material que garantiza la superación y el bienestar. En esta ocasión, me gustaría abordar una pequeña reflexión del pensamiento de un filósofo español (Carlos González Serrano) que dice: “El pensamiento mágico de la autoayuda (todo está en ti) promueve el deterioro del tejido social. La esclavitud emocional del “todo lo puedes” y de la “superación personal”, impide trenzar lazos comunitarios que permitan estudiar las estructuras que alimentan nuestro malestar”.

Es innegable que somos seres finitos y que necesitamos del otro para convivir y vivir en armonía. Pensar que podemos salir de las crisis sin la ayuda de algún profesional o del entorno en que vivimos, es una falacia prominente. Como también es innegable que el tejido social, es decir, mi prójimo, mi vecino, mi familiar, mi amigo, mi compañero de trabajo, inclusive mi enemigo es muy importante, porque a través de ellos desarrollamos la tan mentada empatía, el amor y el afecto. ¿cómo podemos empatizar y entender al otro si no nos vinculamos con su quehacer diario y sus sufrimientos? Hay un muro divisorio que separa lo mío del otro aumentando la egotización del ser e inconscientemente la muerte ontológica de la persona.

La esclavitud emocional es la idolatría a todo aquello que nos genera placer momentáneo, emocionalmente fuertes equivale a emocionalmente satisfechos. La experiencia del otro podría ser la terapia de alguno y consecuentemente la sanación de ambos. El diálogo, el consenso y convivencia armoniosa son herramientas permitirán la superación colectiva. Colectivos somos más fuertes.

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