Soñemos, pero…

Es tiempo de ver atrás
Es tiempo de ver atrás

Pablo D. Punín Tandazo.

 

Soñemos con un país en el que la fuerza no se imponga ante la razón. Un sitio en el que no prevalezca la intolerancia y pensar distinto sea más revolución que pecado. En donde se tenga siempre presente que el poder es pasajero y que lo único eterno es el camino de la gratitud.

Soñemos con un lugar en donde a los gobernantes de turno les preocupen más las personas que ellos mismos. En el que las diferencias sean relevantes solamente cuando se necesite equiparar la situación, no para excluir. Un sitio en el que la apatía hacia el dolor haya sido exiliada y el temor de no haber servido al resto sea más grande que la codicia. En el cual todas las vidas importen lo mismo, porque como ya lo cantaron por ahí una vez “la vida no vale nada cuando otros se están matando”.

Soñemos con el momento en el que las soluciones vayan mucho más allá que simplemente señalar a los “ismos”. En donde la culpa no sea siempre ajena, ni los problemas traten de esconderse debajo de la alfombra. Lo que más nos ha enseñado el tiempo es que los males que nos atacan no distinguen ideologías ni discursos, vienen de toda dirección.

Soñemos con el día en que podamos decir “vivo en un país libre” y que nuestra libertad desconozca etiquetas cargadas de prejuicios. En donde el ego no nos impida decir que no estamos preparados y nos sea posible quitarnos la venda de la arrogancia para descubrir todo lo que aún desconocemos.

Soñemos, pero seamos conscientes de que ese sueño se aleja mientras más nos resistimos a despertar.

Soñemos, pero que eso no implique que nos encuentren dormidos cuando llegue el momento luchar.

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