Eddy Arrobo Rodríguez
A días que entren en funciones las nuevas autoridades seccionales como alcaldes y prefectos; en la provincia de Loja y en el resto del país, la percepción ciudadana es de desconfianza, al ver como los mismos de siempre, los denominados “sabuesos públicos” rondan sin decencia ni ideología atrás de los nuevos patrones de turno, pues lamentablemente, valiéndose del incumplimiento de las promesas de campaña de oxigenar con gente nueva la administración pública, vuelven a ocupar las diferentes direcciones y jefaturas, con esto negando a profesionales jóvenes la oportunidad de servir a la colectividad.
Estos perros sabuesos se pasan lamiendo los huesos de los gobiernos y autoridades de turno y gracias a su olfato agudo, entreguismo y docilidad logran mantenerse y viven en muchos casos a través del chantaje en puestos claves y estratégicos.
Como reza el refrán popular “la culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre”, por eso la ciudadanía tiene que participar, investigar y hacer las denuncias públicas de quienes cargan sobre sus hombros un currículo poluto y así no lleguen a la administración individuos faltos de ética ni moral que han mancillado el servicio público, el cual debe ser dirigido por los mejores ciudadanos que han demostrado en su cotidianidad amor y transparencia en el servicio del bien común.
Las nuevas autoridades deben saber que estamos sumergidos en una crisis de credibilidad, la población no confía en nada ni en nadie, desconfía de su Ejecutivo, de la desacreditada Asamblea Nacional, del Sistema Judicial, del Consejo Nacional Electoral, y un largo etcétera, razón por la que deben tener presente que están en el ojo público y que no vamos a permitir que las instituciones se conviertan en la caja chica de nadie.