Por sus obras los conoceréis

Desechar la mediocridad
Desechar la mediocridad

Álvaro Peña Flores

La nueva etapa electoral que se avecina en el país, da pie para entablar acalorados debates sobre las propuestas de los candidatos a ocupar los curules de alcaldías, prefecturas y concejalías. Aún no se sabe nada respecto a sus planes de trabajo que, seguro no deben diferenciarse mucho de los anteriores, serán pura demagogia y quimeras. Pero frente a ello, también surge el análisis de los perfiles de los candidatos. Volveremos a ver en las coloridas y bonitas papeletas los mismos rostros, solo que esta vez, un poco más viejos.

Con un amigo intentamos conciliar algunos puntos de vista, respecto del porqué siempre los mismos, si a lo largo de nuestra experiencia profesional conocemos gente muy buena, que con su capacidad y honestidad podrían aportar muchas cosas para el desarrollo de nuestros pueblos. Pero concluíamos que ahora la política está tan denostada que involucrarse en ella sería engrosar la lista de embusteros, perdiendo credibilidad y confianza y por ende, convertirse en un corrupto más.

Una falacia tan bien desarrollada que se ha convertido en verdad y que a los politiqueros les conviene que pensemos como tal, porque si no nos involucramos en la política, habrá otros que sí lo hacen y decidirán por nosotros. Una premisa un tanto desconsoladora porque los que sí lo hacen o participan de ella, tienen los recursos y el poder para hacerlo como les da la gana.

Hay una cita bíblica muy acertada para este tipo de personajes: “por sus obras los conoceréis”. Son décadas que hemos visto las mismas obras: corrupción, maltrato, robo descarado, despilfarro, y muchas más. Para terminar la interesante y corta tertulia nos preguntábamos, ¿Quiénes son peor, los mismos que aspiran al poder o los que les damos el voto y con ello el poder?,

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