Eddy Arrobo Rodríguez
En contraposición del principio indígena reconocido en el artículo 83 de la Constitución de la República del Ecuador, que textualmente menciona: “ama killa, ama llulla, ama shwa”, y; que en español significa “no ser ocioso, no mentir, no robar”, las declaraciones de una Asambleísta, que inculca públicamente a sus coidearios a que “si roban, roben bien”, estas palabras oprobiosas y vergonzosas, más que desacertadas, reflejan una visión de latrocinio institucionalizado en los poderes del Estado, que ha vaciado las arcas fiscales, trayendo pobreza y hambre para nuestro pueblo.
Ante esta inaceptable postura, es necesario retomar las palabras del maestro y escritor ecuatoriano, Juan Montalvo Fiallos, quien acertadamente sentenciaba que “robar a la nación es robar a todos; el que roba es dos, cuatro y diez veces ladrón”, por tal motivo, hay que extirpar la enquistada corrupción que se ha naturalizado, hasta el punto de justificarla mencionando estribillos de escaso raciocinio como: “robó pero hizo obras”, pues estos actos deplorables deberán ser siempre repudiados y condenados. Debemos tener presente que algo peor que un político corrupto es un ciudadano que los defienda.
Quienes conforman la Asamblea Nacional deben esforzarse por ofrecer a la ciudadanía una nueva imagen de respeto y honorabilidad, legislando oportunamente, fiscalizando los excesos de los poderes públicos, cumpliendo con lo ofrecido en campaña electoral, construyendo consensos, mejorando el actuar del poder legislativo, pues solo con su buen accionar se dignificará el ejercicio de la política, actuando con ética y probidad, en favor del bien común, dejando atrás el beneficio e interés personal y el de sus movimientos o partidos políticos.