Fama y abuso de poder

Positividad tóxica
Personaje lojano

Álvaro Peña Flores

¿Hasta qué punto es tolerable la violencia y el escarnio público? En los últimos años la comedia televisada ha venido cargada con un plus excesivo de burla y de sátira, es común ver cómo los programas de televisión ganan rating invitando artistas y famosos a sus podios para burlarse de ellos y hacerlos quedar en ridículo con su vida privada y profesional. No es necesario relatar a detalle lo ocurrido en los Oscars el domingo pasado; pero sí es necesario analizar cómo la violencia y la mofa se ha institucionalizado o normalizado en las esferas de poder.

Como se trata de la Academia, la gran industria de Hollywood, es normal que esta institución utilice la burla disfrazada de comedia para darle emotividad al asunto de las premiaciones, forma parte del show que dicho sea de paso esta guionizado, todos nos reímos y pasamos un momento agradable, al menos, los que gustamos del arte, desde el otro lado de la pantalla.

Ante este hecho surge una pregunta: ¿es el amor y protección a la familia o, es la fama la que te impulsa a generar violencia? Y digo fama, porque si el agresor hubiese sido un común mortal, la seguridad y la policía hubiesen intervenido inmediatamente. Pero se trataba de dos famosos, todos creyendo que formaba parte del show, impávidos y celebrando. No se necesita implantar o seguir canones de comportamiento, cuando el respeto y empatía por el otro está implícito en las normas de convivencia, el sentido común y el derecho humano. Respeto y empatía tanto del que se burla como del que agrede.

El acontecimiento también evidencia claramente el abuso de poder (Academia y actores). Amamos el cine, amamos el trabajo de los actores y actrices y como cinéfilos y consumidores de la industria nos encantaría ver el cine separado de todo tipo de agresiones, abusos y corrupción.

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