EL PROBLEMA DE OTROS

Victoria Ramón
Victoria Ramón

Victoria Ramón

Sin educación y sin sentido de pertenencia, observamos indiferentes como la sociedad castiga, mientras, el crimen organizado los acoge y les brinda “mejores oportunidades”. Criminalizamos, y no vamos más allá de estereotipos y dogmas que nos impiden ver objetivamente la realidad.

El crear penas más fuertes, sanciones atentatorias a los derechos humanos o incrementar el número de personas privadas de libertad, en islas remotas, definitivamente no soluciona un problema estructural que nos atañe a todos.

Las masacres carcelarias no han hecho más que agudizar la situación en la vivimos, de la cual el Estado como garante, en un futuro responderá ante cortes internacionales por omisión y negligencia, pues ha perdido su control sobre ellas y ha delegado su poder.

Los centros de “Rehabilitación Social”, han dejado de cumplir su rol, si es que alguna vez lo hicieron. Ahora, se han convertido por excelencia en escuelas de la criminalidad, pobladas de jóvenes sin educación, que seguro veremos reflejadas las consecuencias en calles en lo posterior.

No se pretende justificar o invisibilizar al crimen. Al contrario, este debe ser sancionado, pero no aplicando con medidas populistas, sino previniendo y rehabilitando, mediante la aplicación urgente de políticas públicas que mitiguen las brecha social y económica con énfasis en el mejoramiento del sistema educativo y la generación de empleo.

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