El analfabetismo legislativo y político

La probidad del CNE en estas elecciones
La probidad del CNE en estas elecciones

Lindon Sanmartín Rodríguez      

El 2007, Ecuador se aprestaba a vivir el inicio de la nueva “intelectualidad política”, estructurada en las bases del “Socialismo del siglo 21”, que nos enrostraron a cada momento con la muletilla “Mentes lúcidas”, calificativo que ellos mismo se lo pusieron, cuyos resultados estamos viviendo con la Constitución de 2008, la misma que fue aprobada y más no redactada por los asambleístas constitucionalistas de Montecristi; hoy, estamos saboreando ese analfabetismo legislativo y político.

Este analfabetismo político se consolida con la presencia del gobierno progresista del “Socialismo del Siglo 21”, denominado “Alianza País” y que luego fue cambiando de nombre y colores como el “camaleón”, porque la materia gris que utilizaron para estructurar los argumentos constitucionales y las leyes tenían que ser perfectos para la gobernabilidad de ellos, que lo avizoraba para 300 años, pero el primer año ya se dieron cuenta que dicha “intelectualidad” fracasó porque se convocó a la primera consulta para reformar y enmendar ciertos articulados.

La parte intelectual de la mayoría de los integrantes de estas ideologías progresistas, tienen una virtud “La verborrea”, ese es el doctorado que alcanzaron para defender lo indefendible, el mejor ejemplo es el debate y argumentos doctrinarios en materia constitucional y jurídica de los asambleístas de UNES, PSC, algunos de Izquierda democrática, Pachakutik e independientes, para llevar a juicio político al Presidente de la República, constituyéndose en una burla, pérdida de tiempo y de recursos económicos para el Estado ecuatoriano, ya que ellos (los asambleístas) perciben un sueldo por argumentar estas mamarrachadas de informes, como lo hemos calificado desde un inicio.

Esta “verborrea” ha destruido lo más preciado de un Estado, la base constitucional, democrática y los pilares de la justicia, esta última pisoteada, manoseada, prostituida y balbuceada con los peores argumentos de asambleístas que ni la primaria han concluido y se jactan de ser los que “interpretan” y aprueban las leyes en el país, que falta de principios morales y éticos de estos simples ciudadanos.

El accionar de estos analfabetos políticos (asambleístas) son un mal ejemplo para los jóvenes estudiantes de las facultades de Derecho del país.

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