Lo que debe pasar

Jaime López Freire  

Las triquiñuelas de la Sra. Atamaint parece que ya no le sirven para decirle al País su tradicional y equivocado manejo del CNE. Entonces, tampoco le van a servir para seguir usando máscara siempre maquillada  y exhibir su imagen de modelo criolla, porque lo que va a suceder con   el fracaso del voto telemático, para los empadronados fuera de nuestras fronteras, es que el País  eleve su protesta y exija que la Contraloría cumpla con su obligación y realice un examen inmediato de lo que en realidad sucedió con ésta votación. Informe que debe empezar eliminando los silencios de los miembros del CNE, quienes utilizando expresiones rebuscadas no le dijeron a los ecuatorianos que mismo ocurrió con el fracaso del voto telemático, nunca nos dijeron quienes suscribieron el contrato escrito obviamente con letra colorada y a quienes pertenece la empresa, si nos dijeron que el anticipo entregado como cuota inicial fue totalmente atípico, que el monto total redondeaba los ochocientos mil dólares – incluido el IVA – y que los asambleístas elegidos en la votación de agosto deben prepararse, porque puede pasar que  en la nueva votación de octubre, ya no serán asambleístas. Así de simple y contundente. También puede ocurrir que al Presidente Lasso se le prolongue su período y que la muerte cruzada deje de ser tal. El votante nacional sabe que frente al proceso electoral, no hay Ley que le impida seguir el camino que el CNE le indique, tampoco los artículos Constitucionales, así que debe prepararse para  intervenir en las campañas que los candidatos elegidos para el balotaje van a desarrollar este mes. Lo que nos puede pasar es que el criterio  de los millennials y los centeniales nos vuelva incrédulos e indefensos, al punto de que equivoquemos nuestra elección y que quien sea elegido hasta 2025 no sea el Presidente que nos gane la batalla contra los sicarios y los narcos delincuentes, que el prófugo refugiado en Bélgica siga asesorando a varios Presidentes de América, con su lavado cerebral y que les  exhiba su sonrisa sardónica a los de Interpol, que sus miles de millones de dólares atesorados y guardados en bancos intocables, son suficientes para seguir chateando con las amenazas como las que profirió a Villavicencio antes de ser asesinado. Esperemos entonces que la nueva elección presencial programada para los que no pudieron  cumplir con la telemática, sea el fin de la gestión de la Sra. Atamaint y su corte.