Lo legal y lo justo

Kléver Peñaherrera

Cuando transitaba por las aulas universitarias para formarme como abogado, los maestros nos hablaban de que no todo lo legal necesariamente era justo y en verdad está afirmación se me hacía difícil de entender, pues no podía concebir que se legisle para cometer errores y sean justificados bajo el argumento de la normativa escrita.

Hoy quiero hablarles de una situación que ejemplifica claramente el concepto que les acabo de compartir.

En nuestra ciudad hace 15 días una adolescente fue violada por tres sujetos, gracias a una llamada que hizo a su hermana, pudieron sus padres llegar al lugar de los hechos y retener a los agresores hasta que sean puestos a órdenes de las autoridades judiciales, pero luego de las pocas indagaciones realizadas, de manera legal se les otorgó medidas sustitutivas para que los agresores no estén presos, bajo el argumento de que los medios probatorios no eran convincentes.

Esto que les relato es un proceder amparado por las leyes e investido de legalidad aplicado por el Juez.

La adolescente violentada, al enterarse del accionar judicial, toma la decisión de quitarse la vida y lo hace, presumo yo, por la duda que generó en su familia la justicia, al decir que las pruebas no eran contundentes, en pocas palabras no creyeron que fue víctima de violencia sexual y todo era una mentira.

Aquí tenemos claro el accionar legal pero injusto que tuvo que vivir una adolescente, que después de haber pasado el trauma de una violación, fue impunemente revictimizada por los servidores judiciales al no creer en su versión y solamente obrar legalmente, dejando a un lado la justicia.

Creo que los prestadores de servicios de la justicia, policías, Fiscalía y Junta de Protección de Derechos, deben recordar que están trabajando con personas, no con números de causas, que detrás de cada denuncia hay una víctima y una familia y que sobre todo tienen un deber, restituir los derechos de la víctima principalmente, no de los victimarios.

Sepan ustedes que reniego profundamente de este sistema judicial fallido que no puede ponderar entre lo legal y lo justo; y, por esto hoy tenemos una víctima más del sistema bajo la tierra.