La segunda vueltas y sus ismos

Giuseppe Cabrera

Entre correísmos, anticorreísmo y noboísmo, enfrentamos una segunda vuelta que vuelve a querer ser enmarcada por los medios de comunicación hegemónicos, entre solo dos opciones, el correísmo y el anticorreísmo, a pesar de que Noboa llegó a segunda vuelta en buena medida, por abrirse pasó silenciosamente siendo él mismo y apartándose de esa dicotomía caduca pero, con cierta base electoral, los medios siguen insistiendo en sus propios temores del retorno de la Revolución Ciudadana al poder, impidiendo hablar de lo que es urgente y necesario, los problemas de la gente, más allá de las etiquetas y los ismos que estén dispuestos a solucionarlos.

Esa base, fácilmente se ha convertido en un techo desde 2021, el anticorreísmo no supera el 15% del electorado, que a su juicio busca algo más que solo seguir investigando y persiguiendo al correísmo, a la par, quienes creen ciegamente que sólo con la vuelta de la Revolución Ciudadana se arregla todo, llegan al 23% que, en votos válidos termina reflejándose en ese techo de 32-33% que obtuvo Arauz y González, respectivamente, el resto, es decir entre el 60 al 70% del electorado buscan algo más por fuera de esas etiquetas, algo o alguien que responde a sus necesidades primigenias.

Mientras tanto, es difícil que la situación cambie solo con la victoria de González o Noboa, esta vez no va a bastar, es necesario un mínimo de acuerdos entre todas las fuerzas políticas pero, eso, solo va a ser posiblemente dependiendo qué tanto aumente la retórica, el ataque y el ruido durante este par de meses hasta la votación de la segunda vuelta.

Es inevitable para los actores políticos, actuar de forma baja y ruin y tirar cuanto lodo con ventilador sea posible para manchar al contrincante.

Dejar ciertos canales abiertos será importante para abrirse paso a un eventual Gobierno, de ganar Noboa entra en las mismas condiciones que Lasso, con apenas 12 legisladores y los pocos que pueda lograr de una bancada conformada en torno al Gobierno, le hará falta el apoyo de todas fuerzas políticas en la Asamblea y cuanto menos, la abstención del correísmo para llevar adelante su proyecto de país, de la misma forma, aunque son la primera fuerza política representada en el legislativo, sus votos no alcanzan para conformar una mayoría que permita la gobernanza durante año y medio de administración.