La preocupación es la actividad irracional en la que nos empeñamos toda la vida

La preocupación es la actividad irracional en la que nos empeñamos toda la vida
Joffre Villalva

Joffre Villalva

Miremos un poco cuál sería el origen de tus males mentales; para ponernos a trabajar en tu salud integral, primero veamos si sientes necesidad de aprobación de los demás para que cada una de tus acciones sean aceptadas, esto sería normal en tanto logras obtener tu prelibertad, pero sigue siendo un absurdo en la vida diaria. Miremos si lo que buscas es alcanzar el perfeccionismo: esa sensación increíble de inventar el agua tibia no es tan extraordinaria. La necesidad de aprobación junto con el perfeccionismo: te impedirían alcanzar cualquier meta académica o laboral, simplemente te convertirías en una persona disciplinada sin ánimo de vivir la vida.  Encontrar la falacia de justicia: la cuarta pata al gato, el problema dentro de la solución, habla de que no dominamos las situaciones propias con responsabilidad y quedaríamos a la deriva del tiempo sin control incluso de la vida que llevamos. Sumemos a todo lo anterior la baja tolerancia a la frustración: ¿qué pasaría si no lográramos el éxito? Está claro que la irracionalidad se haría cargo de nuestras acciones y actitudes, nos volveríamos rápidamente seres desconectados de la humanidad y destruiríamos todo lo que suponemos nos hace daño. Ahora, fíjate bien que todo lo anterior atraviesa por un cierto nivel de preocupación inconsciente sobre el resultado que perseguimos; la preocupación es la actividad irracional en la que nos empeñamos toda la vida, nos preocupamos porque sentimos la necesidad de aprobación, porque nos falta perfección en esta vida, porque no obtenemos lo que justamente nos corresponde vivir, porque no toleramos lo que vivimos o lo que nos permiten vivir. Y pues a esta preocupación exagerada le damos todo el poder cuando creemos que el locus de control es externo; según nuestras circunstancias y nos debemos a nuestras consecuencias. El rechazo a la vida parte del miedo a lo desconocido: ese miedo que aprendimos desde pequeños y que nos servía para sobrevivir, que nos permitía algunas veces evitar problemas. Preocupémonos cuando la necesidad de apoyo a los demás esté ausente.

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