Iván Elizalde González
Cuando eres cabeza de hogar, una de las cosas fundamentales es manejar el rendimiento del dinero puertas adentro, administrar adecuadamente todos los bienes con los que cuenta la familia y así poder satisfacer todas sus necesidades, esta gestión es una responsabilidad muy compleja pues el responsable del hogar tiene que proveer, regular, controlar y complacer todas las necesidades de cada uno de los miembros de su familia; para poder llevar la economía doméstica es necesario que se conozcan todos los componentes de la misma como son los ingresos, el trabajo, los gastos y el ahorro.
La economía familiar se debe distribuir adecuadamente, evitando el sobreendeudamiento, gastos innecesarios, deben existir reglas internas que gobiernen, defendiendo un consumo responsable en el hogar. Lo primero que debemos tener en cuenta es identificar y clasificar qué gastos son necesarios y cuales no para así poder reducirlos, podemos preparar un presupuesto mensual asignando un número en función de su importancia e ir apuntando en una agenda para que al finalizar el mes realicemos un control de las desviaciones de gastos.
Benjamín Franklin: «Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco».