Las enfermedades crónicas no transmisibles son un problema actual de salud pública que sin duda pueden ser evitables con la respectiva prevención de salud. Es así que, es alarmante cómo su prevalencia aumenta exponencialmente con el tiempo; más aún cuando las implicaciones en la salud humana tienen elevada relevancia debido a sus repercusiones en la vida diaria.
Al hablar de Diabetes Mellitus tipo 2, tenemos que conocer qué es un trastorno metabólico caracterizado por la hiperglucemia crónica (valores elevados de glucosa en sangre) resultante de la coexistencia de defectos multiorgánicos, sumado a un progresivo deterioro de la función del páncreas que no puede producir suficiente insulina para metabolizar el azúcar. (MSP, 2017)
Además, en su etiología se considera que el componente genético cumple su papel para predisponer su aparecimiento, pero la influencia factores de riesgo modificables tales como la alimentación inadecuada, el sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad, el consumo de tabaco y alcohol, el consumo excesivo de sal, azúcar, grasas saturadas y ácidos grasos trans; son determinantes de gran peso para la génesis de la enfermedad.
Por otro lado, vale la pena resaltar que la diabetes es una causa importante numerosas patologías como ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores, de la cual se estima que en 2019 fue la causa directa de 1,5 millones de defunciones. (OMS, 2021)
Finalmente, aunque sea muy común escuchar que el estilo de vida puede determinar la aparición de muchas enfermedades; está comprobado y estamos advertidos de que nuestra salud depende de nosotros mismos cuando se trata de factores modificables.