Día del Trabajador

Iván Paredes

Es sabido que el primer día del mes de mayo a nivel mundial se recuerda y celebra el Día del Trabajador’, pero poco o nada conocemos de su origen y los sucesos históricos que se produjeron para que esta fecha sea asignada a la labor de todas las personas dedicadas al trabajo arduo y fecundo, sin importar la actividad o rol desempañado; más bien, el deseo de superación económica en provecho de una sociedad más justa y equitativa, dentro de los parámetros legales y solidarios.

El proceso económico basado en la agricultura y el comercio (período Neolítico), fueron reemplazados a mediados del siglo XVIII por el desarrollo industrial, que dio lugar, a que, las personas dejasen el campo y las actividades agrícolas para trasladarse a las grandes ciudades, producto de la famosa máquina de vapor, dando como resultado que, a partir del año 1800 la riqueza se multiplique históricamente. Esto genero la Revolución Industrial en Gran Bretaña, y por ende, la explotación de la mano de obra, es así que, la Federación Americana del Trabajo, reunida el 17 de octubre de 1884, resuelve que, desde el 1 de mayo de 1886, la jornada de trabajo debía ser de ocho horas laborables, y no las dieciocho horas como lo establecieron. Al no cumplir con su palabra y la voluntad de los trabajadores, el sábado de aquella fecha, en la ciudad de Haymarket – Chicago, Estados Unidos, se produce la huelga de obreros, para luego, el día 4 de mayo la policía reprimía a cerca de doscientas mil personas, daba muerte a 38  y 200 fueron heridos. En un juicio ilegal, parcializado e injusto (como, hasta hoy), resuelven sentenciar a muerte, a cinco dirigentes sindicalistas y, a tres mantenerlos en reclusión. Por ello, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, reunido en París en 1889, declara el 1 de Mayo como el Día de los Derechos de los Trabajadores.