Joffre Villalva Casanello
Según William Fergus Martin: “la culpa sólo es útil cuando nos hace cambiar nuestro comportamiento y hacer las paces”, pero hemos vivido con golpes de pecho en la mayoría de los casos: como movimientos inconscientes de nuestra mano al ritmo del “mea culpa”. Si las teorías científicas del ser humano nos acercaran a nuestro creador universal ¿dejaríamos de sentir culpa? La verdad, es que muchos de los pensamientos humanos se transforman en emociones y éstas en senso-percepciones listas para ser anidadas en alguna parte de nuestra memoria ya sea antigua o diaria, ya sea colectiva y monótona o frágil y patológica. No importa el cóctel de recuerdos; reales o imaginarios, todo es todo dentro de nosotros mismos tanto que a veces merecemos protegernos de nosotros mismos. Pero, lograr la paz mental debe partir de la decisión de lograrlo, ya sea algo complicado o no, el primer paso es importante, la conciencia y allí es donde entra a primeras luces el creador universal, si pensamos en el mundo que nos rodea como algo creado para nuestro beneficio, ayudamos a nuestro ser a despertar esa conciencia incluso con quienes nos rodean, pues todos influyen mucho en nuestro pensamiento, ¿tienes miedo de hacer el ridículo?, qué pensarías si te dijera que el creador universal nos regaló la conciencia para poder verlo a él en todo en todas partes y en todas las cosas y personas…seguro que te preocupa también tener siempre la razón, te cuesta trabajo sentirte tú mismo cuando convives con una familiar o una pareja que tiene mucho ego o un jefe que te hace sufrir todos los días; anticipar los resultados siempre genera aunque sea un mínimo de ansiedad o angustia que permite asociar nuestra conciencia al hilo de senso-percepciones ya percibidas: pero dejar que lo que cuesta trabajo y lo que nos hace sufrir le dé significado a todo es un absurdo, llega a desarrollar prejuicios, llega a limitar el amor; la actitud es despertar a la conciencia del creador universal, somos parte del él y siempre lo hemos sido.