Por: Zuanny Miñaca Toro
Durante el transcurso del tiempo hemos presenciado la gran crisis humanitaria que ha conllevado a varias personas alrededor del mundo a salir de su país de origen con un sueño y esperanza en mente, buscar un mejor porvenir para sus futuras generaciones. Esta crisis se ha acrecentado en su mayoría en estos últimos años, los principales factores: políticos, económicos, religiosos, entre otros.
Es lamentable que el futuro de una nación quede afectado por las decisiones de uno o varios grupos que pretenden oprimir con las amenazas y la violencia. Muchas personas que han tenido que salir de su país de origen han tenido que enfrentarse a situaciones adversas y difíciles, para poder entender la realidad de estas personas, es importante antes colocarnos en sus zapatos, tener un corazón abierto y solidario para apoyar. Recordemos esta frase “Hoy por ti, mañana por mí”, seamos esas personas llenas de empatía que estén dispuestas a ser apoyo en un momento de carga y angustia para otros, en vez de ser jueces que señalen y condenen.
A inicios de los 2000 varios compatriotas migraron debido a la crisis económica, hoy en día la realidad es algo diferente, hemos recibido a varios hermanos migrantes.
Si de algo estamos seguros es que el fanatismo, la violencia, el autoritarismo y abuso de poder traen consigo la perdición y el desastre, mientras que la sinceridad, apoyo, soporte y paz traen consigo mejores momentos. Seamos del segundo grupo, seamos seres de luz de apoyo y empatía. Muchas veces no sabemos las batallas que alguien puede enfrentar, seamos amables y mostrémosle que siempre hay esperanza.