Contrato social

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Suponemos que tanto la Prefecta como la Alcaldesa deben haber leído el contrato social escrito por Rousseau en el siglo XVIII, y, si no lo ha hecho vamos a recordarles las cláusulas más importantes de la obra política administrativa, que mediante el código civil, delimita las obligaciones, deberes y límites de las autoridades, así como derechos de los ciudadanos, ya el autor de la obra al escribirla respondió que no era necesario ser príncipe o legislador para hacerlo, su calidad de simple ciudadano de un Estado soberano le daba todo el derecho para hacerlo.

Esta es la esencia de una democracia, de la que somos herederos desde 1789, luego de que héroes valientes dieron al traste con el estado de la monarquia, a costa de su vida, para dar vida a la libertad, y luego consagrada por el legislador en cada una de las constituciones y el código civil. Por ser miembro de este estado libre y de derecho que vivimos, alzo mi voz para que tenga eco, luego de enterarme de temas de los negocios del estado, hallo en mis investigaciones, nuevos motivos para amar a mi patria chica.

Así como en el contrato social las mayorías entregan la responsabilidad al mandante para que ejerza con poder los negocios públicos o del pueblo, como son recaudación de impuestos, realización de obras públicas, como escuelas colegios, construcción de infraesctructura, etc,  los ciudadanos tenemos el derecho de la libre expresión, para oponernos, criticar las malas políticas, o mala utilización de los recursos que manejan las autoridades.

Este famoso contrato social, nos ofrece a todos los ciudadanos recibir buenos servicios, como agua potable, luz eléctrica, servicio de alcantarilla, medio ambiente sano, carreteras, educación; con mucha pena y extrañeza observamos que durante toda la administración de las damas que ocupan los Gobiernos seccional y Provincial de Esmeraldas, se han dado a la negativa tarea de entrar en una competencia de propaganda radial utilizando recurso de nuestros impuestos, lo que es ilegal y lesivo para los intereses ciudadanos, paren ya de gastar el dinero público en publicidad, con ese dinero hagan obras, como hospitales, darle comida a los pobres, etc, por favor, señoras, actúen como madres.