Verdades absolutas

Ruby Mena Melo

Ruby Mena Melo

La posmodernidad es un movimiento cultural y filosófico que marcó las artes y el pensamiento crítico, desde 1960 hasta hoy. Su particularidad radica en un escepticismo que desafía las ideas establecidas, inclinándose a la subjetividad y reconociendo la relatividad de las cosas. En lugar de aceptar verdades absolutas, explora las perspectivas y experiencias que cada persona aporta al mundo.

Defiende la diversidad y posibilidad de que todos los individuos piensen de diferente manera, la existencia del caos y del conflicto como un estado posible, la aceptación de que no existen blancos y negros, sino cientos de grises o matices.

Surgió en un contexto de globalización, donde la economía, la política, la tecnología y lo social se entrelazaron en todo el mundo. Las utopías y la fascinación por un futuro incierto, tales como la apreciación del pasado y la historia, pasaron a un segundo plano.

La persona posmoderna se caracteriza como desilusionada, apartada de la idea de progreso y sumergida en un sistema de consumo inmediato en busca de gratificación. El centro del poder está en la industria del consumo.

Los medios de comunicación nacen como los principales difusores de la cultura, sin un enfoque definido, excepto por su capacidad para influir y moldear la conciencia de acuerdo con los intereses de grupos.

No obstante, las redes sociales y los dispositivos tecnológicos avanzados han desafiado este poder y control de manera parcial.

El posmodernismo no tiene un final claro ni una conclusión específica, pero algunas personas que lo estudian sugieren que podríamos estar comenzando una nueva etapa. En esta nueva fase, es posible que veamos cambios en los valores y creencias que predominan en la sociedad. Podría caracterizarse por una mayor preocupación por el medio ambiente, una mayor conexión entre las personas gracias a la tecnología y un renovado interés en encontrar significado y autenticidad en un mundo cada vez más complejo.

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