Si bien es cierto, existen varias matices para el análisis de la definición precisa de clase socioeconómica. Las personas identificadas con la clase media van a experimentar el impacto de la crisis económica. Dicha situación no solo se siente en Ecuador, luego de llegar a más del 30% de la población, después de la primera década de este siglo, su crecimiento se estancó, y ahora la pandemia también genera preocupación por el futuro de la región. Así lo confirmó el diagnóstico de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
En el país, el impacto ha sido mayor desde 2018 donde existen tres factores que tienen el mayor efecto en el declive de la clase media: la crisis económica, la caída del gasto social y las consecuencias causadas por el COVID-19. Esto ha provocado que más ecuatorianos sean desplazados de esta sección.
Durante el período de crecimiento, la clase media latinoamericana ha hecho un buen trabajo, pero una vez que ocurre un «shock» externo, el gobierno no puede expandir la red de seguridad social, la población desfavorecida y pobre aumentará y la clase media aumentará.
Uno de los mecanismos establecidos por los gobiernos de la región para mitigar el impacto de la crisis provocada por el coronavirus y la cuarentena es la aplicación de reformas tributarias.
Con base en la experiencia de la región y en el contexto del proyecto de reforma tributaria introducido en Ecuador, es importante considerar el papel de la clase media en la economía para no endosar la responsabilidad de pagar las facturas de la pandemia. Su papel es muy importante porque tienen la capacidad de ahorrar y comprar bienes, lo que ayuda a mejorar el consumo de los hogares.