Honestidad ideológica

Rogelio Morales Cattani

Los sacrificios son necesarios cuando se busca un bien mayor, lastimosamente en nuestra sufrida patria, cada cierto tiempo asoman aventureros pervertidos y degenerados que se empeñan en aprovecharse de los fondos públicos, burlándose de la confianza popular y asesinando la libertad que es el mayor ideal y logro de todo tipo de civilización. 

¿Quiénes se benefician de esto…? evidentemente que los políticos, empresarios, funcionarios y tramitadores deshonestos, acumuladores de riqueza y causantes de la desestabilización ideológica que ha llevado a la confusión y alteración de valores y principios. Gente que mantienen un clientelismo político subvencionado, que pintan y maquillan una sociedad diferente, la que, a cambio de dádivas o migajas entregadas a pocos, terminan favoreciendo a los mismos de siempre, aquellos que trabajan poco, producen menos y roban mucho. 

El menosprecio a la inteligencia de la gente común, a la que crean un enemigo externo muchas veces ficticio, les permite actuar en forma deshonesta y operar como amedrentadores colectivos, mientras “el grupito” se favorece de canonjías y componendas. Una vergonzosa demolición subterránea y soterrada en contra del pueblo marginado que luego de cada elección, cada vez es menos libre. 

La lucha debería ser siempre a favor de un país soberano, pacífico y productivo, con la mayor igualdad posible y con el irrenunciable derecho a la salud, educación y seguridad. La gente común, a la que “manipulan” a través de su voto, debe estar consciente que ya no deberían aprovecharse de sus necesidades para seguir enriqueciéndose y en algún momento deberá reaccionar.  

Los actores que en diferentes formas de gobierno (capitalismo o comunismo extremos), son portadores de codicia, cinismo y odio; víctimas y enfermos de la gula por el dinero, generalmente no aceptan su padecimiento y actúan con total desvergüenza. Cualquiera de aquellos funcionarios que pudieron o pueden cambiar el rumbo de la patria y se han “torcido” traicionando la fe y la confianza de la gente, son los fracasados y los auténticos sepultureros de la patria, son aquellos que llenos de billetes, carecen de honestidad ideológica.

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