El amor, un misterio 

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero P.

El amor ha desconcertado a filósofos, poetas y pensadores a lo largo de la historia. Es, sin duda,  uno de los enigmas más profundos de la existencia humana. Desde los diálogos platónicos hasta las reflexiones modernas, el amor ha sido explorado en todas sus facetas, desde su naturaleza metafísica hasta sus manifestaciones en la vida cotidiana. 

Platón, en su ‘banquete’, presenta el amor como una fuerza divina que impulsa a los seres humanos hacia la belleza y la verdad. Aristóteles lo considera una virtud que busca el bien del otro. En la filosofía contemporánea, como Erich Fromm y Simone de Beauvoir exploran el amor como una experiencia que trasciende la individualidad y nos conecta con el otro y con el mundo.

Pero, ¿cómo entender esta fuerza que nos mueve? ¿Es el amor una emoción o un sentimiento profundo? ¿Es una elección racional? ¿Es universal o está moldeado por el contexto cultural y social? Desde la perspectiva filosófica, el amor desafía todos los conceptos preestablecidos. La misma palabra ‘Filosofía’ nos habla del amor, un amor a la sabiduría, una búsqueda de la verdad que está en el universo y en nosotros mismos. El amor nos inspira hacia la trascendencia. 

Pero en nuestra búsqueda por comprenderlo, no podemos negar algo que considero fundamental: el amor nos define como seres humanos y nos conecta con el tejido mismo de la vida. Así, mientras el filósofo continúa su viaje en la búsqueda del conocimiento y la sabiduría, el amor permanece como una guía constante, nos recuerda el sentido de la vida, de la belleza, la bondad y la Verdad. Sin duda, el amor sigue siendo un misterio que trasciende el entendimiento humano, un misterio que vive, a veces escondido,  en el corazón de las personas, y que se manifiesta en los misterios de la vida misma.

Nueva Acrópolis Santo Domingo