Buscando la felicidad

Gabriel Villalva Cassanello

Todos los seres humanos buscamos de una u otra forma obtener la felicidad, nadie está conforme con vivir una vida sin sentido, dirección o propósito. Muchos encuentran en su familia, trabajos, ambiciones o deseos, aquello que justifica sus esfuerzos. ¿Pero alcanza esto para justificar la vida?, ¿Podemos reducir toda la expectativa de nuestra vida únicamente a la conquista de logros materiales, aquellos que me reportan comodidad o prestigio?

Si entendemos que el ser humano es mucho más que una realidad física y psicológica, descubriremos por qué para algunas personas la búsqueda de realización en estos planos no es suficiente.

Hay una realidad espiritual que en algunas personas de conciencia menos materialista exige ser vivida. Un sentimiento altruista que le vincula con el otro más allá de los intereses personales; es una virtud que le permite reconocer y valorar en la humanidad una familia con padres, hermanos e hijos, que no son necesariamente los de sangre, y en la que también existe la posibilidad de apoyarse, aprender y crecer. También existe una curiosidad natural que indaga sobre la naturaleza íntima de las cosas, que se pregunta sobre los fenómenos que sobrecogen los sentidos o los pensamientos. Existe también la posibilidad de ejercitar su verdadero poder, el de su voluntad, más allá de los apetitos e impulsos de su personalidad, avanzar hacia la acción generosa, desinteresada y altruista, donde las dificultades no están sino para ser vencidas y todo conocimiento es puesto a prueba.

Quien ejercita estas virtudes puede decir que ha crecido interiormente, que ha ido un poco más allá de los límites de su personalidad, despertado a una Vida Interior que le acercará paulatinamente hacia aquello que llamamos dignidad, realización, tal vez incluso felicidad.

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