Atención primordial

Emily Torres Larriva

Cuando hablamos de salud mental nos referimos al “bienestar emocional, psicológico y social de una persona”. Cómo una persona es capaz de manejar el estrés, relacionarse socialmente con otros y tomar decisiones.

La Organización Mundial de la Salud publicó en junio del presente año un estudio completo sobre la salud mental realizado en diferentes países, cuyos resultados hacen un llamado a la reflexión y preocupación de un tema olvidado, actualmente novecientas setenta millones de personas en el mundo conviven con algún tipo de desorden mental, esto es el 13% de la población global, que en su mayoría son mujeres; ocupando el primer lugar los trastornos de ansiedad.

El estudio dice que el 14% de las personas que conviven con trastornos mentales son adolescentes y el 58% de los suicidios producidos por los mismos ocurren antes de los 50 años de edad.

Una de las principales causas de estos desórdenes son los abusos sexuales sufridos durante la infancia y la victimización por acoso escolar. La pobreza y desigualdad económica juegan un papel importante, puesto que son considerados blancos fáciles de enfermedades mentales.

Adicionalmente se detectó que con la pandemia la ansiedad y depresión aumentó en un 25%.

Este estudio hace un llamado a las autoridades locales e internacionales y a la sociedad en general que muchas veces deja desatendidos temas tan preocupantes como la salud mental. El trabajo preventivo es clave para combatir estas cifras.

La salud mental debe convertirse en una prioridad, identificar el problema para saber qué hacer es importante.

Lamentablemente día a día las cifras incrementan, por tanto, cuidar nuestra mente, nuestras emociones y nuestro desarrollo social debe ser fundamental para que estos desórdenes sean tratados oportunamente.

“Todo lo que hacemos, pensamos, sentimos y creemos tiene un efecto en nuestro bienestar”

 

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