Asambleísta ‘VIP’

Diego Albán

La Función Legislativa (Asamblea Nacional) continúa siendo la más desprestigiada de las cinco funciones del Estado, ¿hasta cuándo? ¡No lo sabemos!, pero necesitamos y esperamos un -pronto- cambio total, en otras palabras, necesitamos urgente la Consulta Popular.

La nueva “joyita” de la Asamblea Nacional, esta vez lo protagoniza la señora presidenta Guadalupe Llori, quién, en tan solo 5 meses de ejercer funciones, ha realizado gastos exorbitantes en desayunos, hospedajes, eventos y hasta masajes ¿mucho estrés? renuncie. Además, pretendía ejecutar un contrato de “servicio de logística para reuniones, actos y ceremonias protocolarias de la institución” valorado en nada más y nada menos que en 100.000 dólares, que en hora buena se logró la suspensión de la misma.

Es lamentable que quien preside la Asamblea, sea la titular de este tipo de actos, que sin lugar a duda también es corrupción, ya que gastar -con fondos públicos- la cantidad de 433 dólares en hospedaje vip y 215 dólares en alimentación, es desorbitante y una falta de respeto a la ciudadanía común, quien tiene que hacer milagros para cubrir con todos los gastos básicos de subsistencia con un salario básico unificado o incluso menos.

En este sentido, vale indicar que una de las prohibiciones de los y las asambleístas, establecidos en la Constitución de la República es “percibir dietas y otros ingresos de fondos públicos que no sean los correspondientes a su función de asambleístas” sin embargo se ha hecho caso omiso a la ley y a la responsabilidad política que deben a la sociedad de sus acciones u omisiones en el cumplimiento de sus deberes y atribuciones. Al parecer, la frase “si van a robar, roben bien y justifiquen bien” de nuestra también Asambleísta señora Rosa Cerda, les ha entrado por una oreja, pero no les ha salido por la otra.

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