Armas

Diana Luzuriaga

Diana Luzuriaga Vera

Mediante Decreto Ejecutivo 707 el presidente de la República Guillermo Lasso autorizó el porte de armas de uso civil a escala nacional.  Como medida urgente debido a los hechos delictivos registrados diariamente en Ecuador. Hecho que ha generado división en la opinión ciudadana, unos a favor y otros en contra, pero más allá de ese debate la realidad es que dicho decreto está en firme y que ahora debemos poner nuestra mirada en cómo vamos a actuar.

La delincuencia está organizada, están preparados para matar y morir, los ciudadanos comunes no, la mayoría de la población queremos vivir en paz y trabajar honradamente, aunque las condiciones sean adversas no es nuestra naturaleza atacar o buscar provecho de lo ajeno.  Son unos pocos seres inescrupulosos, faltos de valores y amor quienes ponen a todo el país en estado de caos. Nuestro principal problema es que estamos dispersos, cada uno en su trinchera busca proteger a los suyos, y desde esa necesidad surgen las armas como una respuesta inmediata, pero, eso no es así de sencillo, se requiere preparación, hay mucho por conocer sobre su uso adecuado y requisitos, pero sobre todo entender que con armas o sin ellas, si no existe unión y organización, estamos arando en el mar.

“Si tan solo rigiéramos nuestras vidas por la sublimes palabras que hace 2000 años dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin condecoraciones…amaos los unos a los otros, pero desgraciadamente, entendimos mal y confundimos los términos. ¿Y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen? Armaos los unos contra los otros.” Palabras tan precisas de Cantinflas. Lamentablemente el nivel de inseguridad al que hemos llegado nos obliga a tomar decisiones en cuanto a nuestra defensa personal, pero jamás olvidemos que contra la degradación de nuestra sociedad las armas más eficientes son la cohesión social, la educación en valores y el amor  al prójimo. 

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