Argentina en Santo Domingo

Wagner Vélez

Wagner Vélez Torres

En 1978 llegó a Santo Domingo un forastero, venía desde Argentina, su nombre es Santiago Rivero. Empezó a asar carne entre amigos y poco a poco a darle forma a la tradicional parrillada. Los verdes pastos con la ganadería eran el lienzo perfecto para inspirarse, el humo hacía el llamado a los comensales y así nace en nuestro Santo Domingo la cultura del asado.

En 1986, con mochila al hombro, viajaba rumbo a México a ver el mundial Luis Torrico, pasaba por Ecuador y se quedó en esta bella tierra Tsáchila a prender la magia del fuego y seguir enseñando la cultura del asado. Dos años después en 1988 llega Héctor Vidal y fortalece este gran equipo de trabajo que atizó la ruta para hoy ser la Capital de la Carne.

Mil gracias hermanos argentinos por haber hecho camino al andar y motivarnos a seguir sumando proyectos en este apasionante mundo de la parrilla. Sus enseñanzas y amor por este arte son claves para que los amantes de la carne perfeccionen sus técnicas en la parrilla.

El fuego nos une y juntos seguiremos realizando festivales parrilleros para deleitar a nuestra gente, vendrán más proyectos integrales para fortalecer la cadena productiva de la carne y seguir desde Santo Domingo prendiendo la llama para consolidar el Clúster Cárnico del Ecuador.

Es importante destacar que para hacer una parrillada se necesita de muchas manos amigas que hacen sinergia para llevar este delicioso plato al paladar de nuestra gente y estamos en el camino de unir a los parrilleros más apasionados para seguir fortaleciendo el equipo de trabajo de ‘Parrilleros Tsáchilas’.

Vamos con buena vibra amigos, que con un buen asado Santo Domingo y Ecuador ha ganado. 

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