Sin salida

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Sin salida

Este 24 de septiembre se da oficialmente el inicio de la segunda vuelta de la campaña electoral, la cual tiene un presupuesto de $ 31.6 millones, que es dinero que sale del bolsillo de todos los ecuatorianos con el propósito de invertir en una democracia con elecciones transparentes, donde se respete la voluntad y decisión entregada en las urnas por parte del soberano, lo cual está en tela de duda para la mayoría del pueblo, ya que los prorrogados miembros del CNE que no garantizan nada y que llevan sobre su espalda el repudio popular, por vergüenza y decoro, ya debieron haber renunciado por las denuncias de fraude y por los  problemas en el exterior con el voto telemático.

En este contexto, sin importarles la Ley de Control de Gasto y de Propaganda Electoral, a pesar de la crisis política y económica que se vive, la parafernalia electoral por parte de las dos corrientes finalistas es una ofensa para el país, pues las huestes de ambos “bandos políticos” utilizando su poder económico, sus grandes empresas de publicidad y marketing, intentan por todos los medios de posicionarse y llegar a los votantes con sus “promesas” para que sean favorecidos con el voto ciudadano.

Siguiendo con este razonamiento, la ciudadanía incrementa su desconfianza e incredulidad en la clase política del país, ya que se sigue con el mismo modo arcaico de hacer proselitismo político, donde se compra conciencias a través de dádivas y se sigue explotando sistemáticamente las emociones y pasiones de la conducta humana para hacerse del favor de las masas.

Así pues, los ecuatorianos estamos en un laberinto sin salida y de las dos opciones se tendrá que llevar al poder a quien tenga honor, méritos y reputación para así ser representados con dignidad y honorabilidad, quien a la vez deberá garantizar que trabajará por el bien común, respetando los derechos inalienables  de los ciudadanos.