Carnaval: invasión, reactivación y patrañas

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

Los últimos días de febrero estuvieron matizados por la alegría del Carnaval, el inicio y posterior rechazo a la criminal invasión rusa a Ucrania, que no logró menguar esta festividad, la primera desde el inicio de la pandemia que se realiza prácticamente sin restricciones; a nivel nacional el sector turístico reportó un positivo repunte de sus maltrechas economías.

Quinindé no fue la excepción, los espectáculos y la organización de las fiestas de Carnaval impulsadas por el GAD municipal, en el casco urbano así como también en las principales parroquias, hizo que miles de lugareños dejen en su pueblo, lo que eventualmente iban a gastar en otro lado.

Emprendedores chicos y grandes vieron complacidos elevar su nivel de ventas, dándose la esperada redistribución económica, fundamental para la reactivación, no querer ver lo plausible de estos actos masivos y negar su positivo efecto sobre la reactivación económica es cerrar los ojos a la realidad, buscando nimios detalles para desmerecerla.

En los primeros días de marzo se dio una contundente aclaración, sobre un documento publicado no en el marco  formal de una rueda de prensa, lo hizo en redes sociales un exalcalde cuya mejor carta de presentación es haber sido tres veces destituido por la Contraloría, hasta que finalmente tuvo que dejar el cargo y hoy funge como asesor de aquellos que quieren regresar a la década infame.

Uno se pregunta porqué no se le dio a esta “denuncia pública” la seriedad del caso, la respuesta usted la encuentra en el posterior desmentido sobre tal publicación donde con fechas y señales se hace evidente que ese documento no tiene nada que ver con el caso citado; es un tema sobre la última administración, inherente a indagaciones de Contraloría y Fiscalía, que impulsa la administración actual.

Entendemos ahora porqué el destituido exalcalde evitó una confrontación con representantes de la prensa, alguien le habría señalado lo desubicado que estaba y lo hubiera mandado a leer las fechas y la parte pertinente de su “documento”. Estos censurables actos de la mala fe, vienen de personas dedicadas a torpedear permanentemente el fructífero trabajo de un Alcalde que con humanos errores, pero también con muchos aciertos, está sentando con significativas obras, las bases para el Quinindé del futuro.