Brujo y campanero

Wellington Toapanta

La operación fiscal ‘Metástasis’ develó lo que era secreto a voces en el Ecuador: que el cancerígeno narcotráfico encontró los momentos apropiados para irradiarse y penetrar, sistemáticamente, estructuras administrativas y económicas-sociales del Estado ecuatoriano.

La acción, sin precedentes, ejecutada al filo de la noche del miércoles 13 de diciembre de 2023, ya está en los anales del país como Narcopolítica, punta de madejas que albergan tramas operativas que muestran escaladas de violencia y nexos con actores políticos reos que sobreviven vendiendo sus imágenes como supuestos ‘perseguidos políticos’.

‘Metástasis’ no solo es la principal noticia del 2023, también es insumo eficaz para sanear la administración y gestión pública en sus diferentes estructuras, como a las organizaciones políticas, que parece se han convertido en albergues de ciertos personajes que riñen con la ética, la ley, que comparten abogados para lidiar imputadas causas penales.

Desde el 2008, en Ecuador el narcotráfico encontró amparo constitucional y legal, que le ha permitido hacer firmes cimientes que ‘Metástasis’ ha develado en estructuras judiciales, legislativas, ejecutivas. No pocos se preguntan si la entonces consulta popular para ‘meter la mano en la justicia’ tiene íntima relación.

Con ‘Metástasis’ sus investigadores se juegan la vida; el país está llamado no solo a ofrecerles apoyo sino a garantizarles seguridad. El futuro político, económico y social depende de la sanción a la estructura criminal develada, en la que un prófugo expresidente se autoincluyó como delator de los allanamientos; ¿lo hizo por interés propio o por ser parte de la red impulsó recaudos en sus asociados?

El mensaje de las 11:31 del 13 de diciembre, 12 horas antes del inicio de la operación fiscal, evidenciaría desesperación del delator, como a su red informativa en el aparato estatal; pero, fiel a su egolatría, 20 horas después de la emisión, omitió al informador, al ‘contacto fidedigno’ y mutó en adivino: ‘Somos brujos, ¿verdad?’ El regente de la Revolución Ciudadana se declaró brujo y campanero. El nerviosismo parece le llevó a involucrarse en el caso Metástasis. ¿La fiscalía tiene otro sospechoso?