Viene de un fracaso

El grupo que auspicia a Arauz viene de un fracaso nacional: del gobierno de Correa, su líder visible. Cuando se habla de sobornos, crimen organizado, sobreprecios, jueces paniaguados, persecución a los opositores, es fácil con quien identificar a Rafael Correa y su combo, enjuiciados y condenados penalmente. Y vienen de un fracaso internacional: Venezuela, Cuba, Nicaragua, naciones destruidas por el denominado Socialismo del Siglo XXI. Países ajenos a la democracia, de partido único, con dirigentes sectarios eternizados.

En el lado contrario Chile va adelante, su prosperidad es innegable; en vacunación y en economía han sido un ejemplo, a pesar de los infaltables detractores que no se conforman con nada -que es una forma de ser mejores- y de que la oposición funciona, parte valiosa del sistema democrático.

¿Puede cambiar de ser gobierno Andrés Arauz? De serlo tendría que no permitir que las sentencias de su mentor y sus subordinados sean revisadas y los autores declarados inocentes. No tomar los fondos del Banco Central para entregar los mil millones a un millón de ecuatorianos, su oferta de campaña. Condenar a los ilegítimos gobiernos dictatoriales de Maduro y Ortega; no abrazar a Fernández en Argentina y reconocer la ineficacia de su gobierno y de Cristina, vicepresidenta encausada penalmente, cerca de ser absuelta. Hacer caso al Fondo Monetario Internacional y ajustarse el cinturón fiscal, que es pedir a un glotón que ayune permanente.

Lo mencionado no lo permitirían los que encumbraron a su títere, pues tienen sus asambleístas, al Foro de Sao Paulo, a fuerzas ilegales extranjeras, seguramente sus patrocinadores. Es obvio que volverían los mismos que tienen paralizado al país por catorce años. Así ha sucedido y sucederá. Lo confirma la Historia latinoamericana: a un Castro sucedió otro Castro y luego otro títere; a un Trujillo sucedió finalmente otro títere, Balaguer; a Somoza otro Somoza. A Perón, otros peronistas.

Sin embargo Arauz afirma “Que se nos fue la mano” en su anterior gobierno. Y que mejorará. La plaga no deja de ser plaga así se disfrace de vacuna.