Andrés Manuel López “Hablador”

Ugo Stornaiolo

No era un “madrugador” más, donde el presidente mexicano informaba a los periodistas. ¿Se le “chispoteó” o fue “sin querer queriendo”? A López Obrador, sin dudas, se le soltó la lengua. Habló de política interna de otro país y repitió una tesis del correísmo: que a Fernando Villavicencio lo mataron “por hablar mal” de la candidata progresista que iba adelante -10%- en las encuestas y que eso la perjudicó. Y por eso ganó Noboa.

El gobierno ecuatoriano tomó mal la declaración del parlanchín mandatario y declaró persona non grata a la embajadora mexicana Raquel Serur (viuda del filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría). La cuestión pudo quedar así si López “hablador” no anunciaba la llegada de un avión de la Fuerza Aérea de su país para llevar a la diplomática. Se encendió la alarma.

El presidente Daniel Noboa no quiso que se repitiera el episodio lamentable de la evasión de la exministra María Duarte de la embajada argentina tras tres años de permanencia, en 2023. Fuentes de inteligencia advertían de una fuga del exvicepresidente Jorge Glas de la legación mexicana (imposible comprobar) y ordenó la injustificable irrupción de la fuerza pública a la embajada del país azteca.

La Cancillería, famosa por décadas por su poco profesionalismo y tacto (lo más reciente, la chatarra rusa entregada por Ucrania, que afectó a las exportaciones de flores ecuatorianas), debió aconsejar al bisoño mandatario que su decisión iba contra las convenciones internacionales (Viena, Caracas) sobre inviolabilidad e inmunidad de sedes diplomáticas.

Aunque el imprudente López Obrador concedió el asilo, antigua figura solo existente en el derecho americano -que viene siendo hora de reformar- a Glas por sentencias ejecutoriadas y juicios por venir, fue una decisión soberana de México, que antes debió invitar a Glas a dejar su sede.

Con la ruptura de relaciones entre los dos países, se afecta la entrada del Ecuador al foro Asia Pacífico, donde México era el puente; se complica la situación de los migrantes que cruzan el país azteca hacia EE. UU; y los ecuatorianos que estudian en México tendrán problemas.

López “Hablador”, habló de más. Dijo que la entrada de tropas a la embajada era cosa de “fachos” (fascistas). ¿Acordó algo López Obrador con el prófugo en Bélgica o con los fugados a ese país (Patiño, Ribadeneira, Buendía, Viteri Gualinga, entre otros)? ¿Glas será el “mártir de la revolución ciudadana o, por fin, cantará sobre los delitos de la década infame? ¿El Foro de San Pablo está detrás de todo? Menudo lío se armó…