¿Trabajan para el correísmo?

Italo Sotomayor Medina

¿Recuerda cuando Lasso tildó de “ladrones y corruptos” a un grupo de asambleístas allá por marzo de este año? Bueno, le cuento. No han sido pillos como decía el presidente y por tanto, a su criterio, no hay razones para que la Fiscalía los investigue. Es que le chismearon, le contaron, no le consta. ¡Imagínese!

Es de no creer lo que hacen en Carondelet. Es que es una tras otra, semana a semana. Ya sé que en este país nada sorprende, menos desde la esfera política, pero no deja de causar cierto estupor que la máxima autoridad del Estado se equivoque tanto y tantas veces. Y volvemos a la queja recurrente de esta columna: ¿en dónde están los asesores presidenciales? ¿Los ad honorem y los que no lo son para qué mismo es que sirven?

Ahora esos mismos asambleístas resultan ser cercanos al gobierno y, como no podía ser de otra manera, alzarán sus manos en el legislativo en favor de sus intereses. Muestra de aquello es lo sucedido en la votación del jueves frente a la destitución de los vocales del Consejo de la Judicatura que, contra todo pronóstico, Lasso quiere mantener en funciones. Esa bipolaridad, que logró incluso activar a la Fiscalía, seguro traerá cola.

No sé usted, pero esta seguidilla de errores políticos, tan solo están provocando el fortalecimiento del correísmo. El “con Correa estábamos mejor”, es cada vez más frecuente en las calles, pues, hace mucho dejo de ser un slogan de campaña. Quienes lo piensan son los ecuatorianos que en la década pasada, pese al robo y las mafias, tenían al menos hospitales mejor abastecidos, escuelas más dignas, y, más dólares en los bolsillos. Hoy, cuando todo escasea y es incierto, empiezan a extrañarlo. Mientras tanto, en la presidencia siguen intentando descifrar qué hacer, a dónde ir y a quién llamar. ¡Qué pena por el país!

@ItaloSotomayor

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