Todo cambia, nada cambia…

Ugo Stornaiolo

Estar lejos del país cambia las perspectivas, pero no las visiones. Ecuador es una nación que marcha sobre su propio terreno y en su metro cuadrado, sin que nada despierte deseos verdaderos de una transformación, porque existe una especie de duda, desconfianza y un haber dejado de creer.

Pero, dejar de creer no es gratuito. ¿Cómo se entiende que se construya una piscina de olas en una zona peligrosa de Guayaquil sin las condiciones para hacerlo? Viene a la memoria el caso de un ministro de deportes de Lucio Gutiérrez que decía “construiremos piscinas en donde no haya agua” o del ‘Dueño del Circo’ Carrión en tiempos de Correa ofreciendo diamantes de béisbol en El Chota. También en Guayaquil se cayó una avioneta en una zona urbana, sin mayores explicaciones sobre lo que sucedió y con el piloto que salió ileso.

Un exfutbolista que es candidato a alcalde por Creo en Esmeraldas es víctima de un atentado en su domicilio y no hay claridad en las informaciones, lo mismo que pasa con la cadete de policía que fue violada, meses antes de lo sucedido con la abogada Bernal, en el mismo lugar, la Escuela de Policía de Pusuquí. ¿Cuántos casos más estarán ocurriendo en la cada vez más desprestigiada institución? Aunque nadie ha visto al teniente Cáceres, todos saben que está en Panamá…

Para variar, de nuevo el metro de Quito se retrasa en las formalidades legales para su entrada en funcionamiento, mientras en varias ciudades los candidatos a alcaldes y a cualquier otra función se apresuran a hacer obras de última hora (intentando evitar los plazos de devolución de dineros por cierre del año fiscal) por lo que calles, avenidas y parques impiden la circulación de las personas.

Si quiere matricular o revisar su carro, no hay turnos, solo multas por no haberlo hecho a tiempo: si el sistema funciona de manera precaria desde julio, ¿cómo se puede pretender que todos revisen sus autos? A eso hay que sumar las tardanzas para obtener cédulas y pasaportes en el Registro Civil. Pueden pasar dos o tres meses para conseguirlos.

El gobierno del encuentro no se encuentra. El presidente se presenta en entrevistas en “modo Correa” atacando, en lugar de explicar lo que hace su gobierno. Sus ministros siguen sin dar pie con bola. A Jiménez solo le faltó ofrecer una oficina a los indígenas en Carondelet. Arosemena alardea de su encuentro con la Directora del FMI, pero el riesgo país sigue subiendo. Un país donde todo cambia, pero nada cambia.