Sonnenholzner: un nuevo Otto en la política nacional

Ugo Stornaiolo

Con nombre y apellido poco comunes para los ecuatorianos. Hubo en los años 60 un Otto, Arosemena (gobernó entre 1966 y 1988) y tuvo una valiente actuación en la reunión de presidentes de América de Punta del Este (Uruguay) y criticó la política estadounidense sobre América Latina y el fracaso de la Alianza para el Progreso. Fue el único mandatario que no firmó la declaración presidencial. Luego pasó por el Congreso y protagonizó un episodio donde disparó a otro legislador -Pablo Dávalos- en el pie.

Entonces se acuñó la frase ‘hacerse el Otto’ cuando uno quería hacerse el desentendido en la política. El actual Otto llegó a la vicepresidencia tras el escándalo de los diezmos de la segunda vicepresidenta de Lenín Moreno, Alejandra Vicuña, que reemplazó a Jorge Glas, por los casos de corrupción de éste.

Sonnenholzner es en alemán “maderero del sol” por el pueblo del que llegó al Ecuador hace cien años el bisabuelo de Otto, Georg. Tiene también descendencia libanesa por parte de madre: Sper Ziade (en el segundo apellido hay un parentesco con el ex prefecto del Guayas Alfredo Adum).

Fue vicepresidente del Ecuador (diciembre de 2018-julio de 2020) en el gobierno de Lenín Moreno. Su actuación relevante fue durante la pandemia del Covid-19, cuando aparecía en sitios donde -señala él- otros no llegaron, especialmente en los trágicos acontecimientos de Guayaquil en 2020.

Su presencia provocó cismas con el grupo que rodeaba al expresidente Moreno, liderado por María Paula Romo (ministra de Gobierno) y con ‘Ruptura de los 25’, actualmente Construye, hoy con Fernando Villavicencio. Su salida dejó intacta su imagen y aunque se creía que terciaría en los comicios de 2021, se dedicó a forjar un movimiento con su amigo Pedro Pablo Duart (tercero en las recientes elecciones de alcalde de Guayaquil).

Lo discutible de su candidatura son el pasado correísta de Érika Paredes (su binomio), las alianzas con SUMA (del cuestionado exalcalde de Quito Mauricio Rodas) y Avanza (agrupación que surgió del IESS cuando lo dirigía el hoy prófugo Ramiro González). Sonnenholzner se desmarca de esos antecedentes y tampoco declara públicamente por qué salió de la vicepresidencia.

Dice que su candidatura no responde a ideologías sino a pragmatismo. Su vida está ligada a la radiodifusión, el negocio familiar e incluso incursionó en el periodismo. Su mejor carta, agrega, es no tener ‘rabo de paja’. Habrá que ver lo que dice el pueblo.