Segunda vuelta

César Ulloa

Según las encuestas, a las que por cierto hay que leerlas con cautela, habría una segunda vuelta. Incluso, los números no le alcanzaría a ninguna candidatura para pasar holgadamente al tramo final, a no ser que ocurra algo excepcional. Eso significa que después del 20 de agosto, entramos a una temporada de negociación política intensa y de extrema delicadeza. A la vista, el escenario es correísmo versus anticorreísmo, sin embargo, todavía no se clarifica qué candidato le disputará a la Revolución Ciudadana (RC), pues la pelea es voto a voto y cuadra a cuadra. Lo contrario sucede con las listas 5, pues ya llegaron a su techo y pese a que ninguna elección es igual, en las seccionales de Quito apenas obtuvieron el 25%.

El correísmo camina con el paraguas de la nostalgia, en el sentido de que todo pasado fue mejor, sin embargo, en ese mismo pasado, están los casos judiciales que les impide desmarcarse de las acusaciones en su contra, así como también se observa la falta de relevos en el liderazgo, aun cuando apuesten a una propaganda diferente. Del otro lado, se apuesta a un anticorreísmo de varios tipos, pero los candidatos también se alejan de Lenín Moreno y Guillermo Lasso. No obstante, esta elección es muy diferente a las del 2017 y 2021, pues el país está en una situación muy crítica.

Pese a las diferencias ideológicas y programáticas entre el correísmo y el anticorreísmo, ninguno se salva de intentar soluciones a la inseguridad, la desnutrición crónica infantil, el exiguo acceso a la educación en todos sus niveles, el caos en el sistema de salud público y la quiebra de la seguridad social. Estos problemas deberían propiciar un gran acuerdo nacional, pues está en juego el país mismo. Los jóvenes entre 16 a 29 años siguen pensando en irse, mientras que paradójicamente, llegan las remesas como tabla de salvación. Probablemente, la situación económica y la inseguridad propiciarían varias iniciativas de consenso, pues lo contario sería naturalizar una democracia corrupta y agonizante. Todo apunta a concienciar más el voto para primera y segunda vuelta.