Sara Salazar
En medios y redes sociales existen un sinnúmero de noticias trágicas, muchas de estas son invisibles para el mundo. Una de estas tragedias es la masacre en contra de los cristianos en Nigeria por parte de grupos extremistas islámicos. Estas masacres que han desolado a muchas familias nigerianas son un grave ataque a la libertad religiosa.
Las noticias e informes sobre estos atroces hechos son desgarradores: casas, iglesias arrasadas por voraces incendios, familias brutal y cruelmente asesinadas, simplemente por profesar su fe cristiana. Tertuliano decía en el año 197: ¨La sangre de los mártires es semilla de los cristianos¨. Y también como dice el prefacio de los santos mártires: ¨Han atestiguado con su sangre tus prodigios¨.
La falta de acciones efectivas por parte de las autoridades nigerianas pone en tela de duda sobre su compromiso verdadero con la protección de sus ciudadanos, esto debido a la impunidad con la que estos grupos violentos operan.
Es importante que estas atroces injusticias no queden silenciadas. La comunidad internacional debe presionar a las autoridades nigerianas a tomar acciones concretas para parar con estas atroces masacres. Es cierto que las raíces de este conflicto van más allá de motivos religiosos a que también existen razones económicas, sociales y políticas.
Debemos ayudar a difundir la concientización de estas tragedias que están azotando a los cristianos nigerianos, apoyar a las instituciones que bridan ayuda humanitaria a las familias y comunidades afectadas.
No podemos permitirnos ser indiferentes ante la injusticia y la violencia.