Nuestra democracia bajo ataque

Salvatore Foti

El país vive hechos históricos y de extraordinaria gravedad de los cuales parte de las élites son responsables pues no entienden o no quieren investigar lo que está pasando. Ecuador no cuenta con instituciones y el actual gobierno es cómplice o incluso instigador de lo que ocurre por intereses o acuerdos, al estilo del ‘plan Colombia’, que ya influyen en el país.

A pocos días de la primera vuelta electoral, mataron a un candidato presidencial tendiéndole la burda emboscada que todos vimos. Luego, apresaron con sospechosa celeridad a ‘todos’ los involucrados extranjeros, de los cuales uno muere en manos de la Policía y todos los demás son enviados a silenciar en la cárcel, cuya seguridad también está bajo la responsabilidad del Gobierno. Hay que ser muy ciego o cómplice para no entender que se está atentando contra la democracia y la voluntad popular a escasos días de las elecciones. Aquí hay grupos que están dispuestos a todo con tal de que gane el candidato que les asegure la impunidad y su permanencia en el poder. Esto ya no es cuestión de hechos aislados o irrelevantes; desde hace tiempo es cuestión de que Ecuador y su democracia están bajo ataque armado por parte de poderes secretos.

El país está al borde del abismo democrático, pues hay una agenda que quiere garantizar los actuales equilibrios de poder en los cuales conviven, a expensas de la población, grupos económicos y políticos que se asustaron tanto de que uno de los 7 involucrados en el asesinato reclamara los $5 millones de Estados Unidos por revelar datos sobre el asesinato de Villaviecencio que prefirieron mandarlos a matar. La pregunta que debe asustarnos y que el Presidente debe investigar y contestar es si quien está dispuesto a matar está en su gobierno o no.