El Plan Fénix de los otros

Salvatore Foti

A pesar de que el gobierno nos habla de un Plan Fénix, la verdad es que los ciudadanos seguimos viviendo en zozobra, con asaltos, sicariatos, extorsiones y secuestros que persisten en el país. Ecuador hoy resulta invivible debido a la grave y solapada traición política.

Para combatir la delincuencia, debería existir, ante todo, una presencia significativa tanto de la Policía como de las Fuerzas Armadas. Esto implica la necesidad de ver vehículos, patrulleros, helicópteros e incluso drones vigilando las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en todas las provincias del país.

Sin embargo, sabemos que nada de esto se está llevando a cabo. Incluso en casos donde se tiene conocimiento de secuestros y asesinatos a transportistas, las FF.AA. llegan tarde o, peor aún, nunca llegan, y la situación solo empeora. No hay voluntad política para endurecer las leyes e implementar la cadena perpetua para los secuestradores, algo indispensable.

Así pues, parece evidente que el único plan que está siendo implementado con éxito es el del gobierno de los Estados Unidos. Da la impresión de que solo ellos deciden lo que sucede y cuándo debe ocurrir en Ecuador. Es demasiado coincidente que un embajador declare que en el país hay narcotráfico a todos los niveles y que una Fiscalía obediente ejecute un plan Ecuador, con el respaldo y la bendición de dicho gobierno.

Es imperdonable que nuestras autoridades se centren más en las estrategias impuestas desde el exterior que en las necesidades reales y tangibles de los ecuatorianos. Si la estrategia de Estados Unidos contribuyera a establecer orden y paz, sería bienvenida, pero aparentemente sus prioridades son otras.

Esperamos que Noboa y su plan Fénix ayuden directamente a los ecuatorianos y también a la lucha contra el narcotráfico, colocando los intereses de Ecuador en primer lugar en este momento en que el país se encuentra en un estado fallido.