Sabotaje imperial

Rodrigo Santillán Peralbo

«Sé que esto va contra de nuestra narrativa y que no se nos permite decir estas cosas en Occidente», expresaba Jeffrey Sachs, Profesor de la Universidad de Columbia, al afirmar que el gasoducto Nord Stream que va desde Rusia hasta Alemania, fue objeto de un sabotaje planificado y ejecutado por Estados Unidos para destruir la economía rusa y empañar las relaciones diplomáticas y de amistad que mantiene Moscú con la Unión Europea.

A nivel mundial, Estados Unidos aspira a mantener su poder hegemónico. Con ese propósito, no admite competencias. En forma reiterada expresa su intención de no permitir avances de China y Rusia en América Latina y tampoco en Europa. Esa es la base para que haya intentado destruir el gasoducto Stream. La prensa internacional informaba que un helicóptero Sikorsky MH-60R Seahawk de la Marina de los Estados Unidos, pasó horas merodeando sobre la ubicación de las tuberías de gas natural dañadas en el Mar Báltico cerca de Bornholm.

La agencia de tráfico marítimo de Dinamarca y la Autoridad Marítima de Suecia informaron de una fuga de gas “peligrosa” en el Mar Báltico cerca de la ruta del gasoducto Nord Stream 2, que experimentó una caída de presión inexplicable. Tras el incidente, el diario alemán Tagesspiegel afirmó que Berlín está convencida de que la pérdida de presión en los tres gasoductos entre Rusia y Alemania no fue una coincidencia. Sospecha de un “ataque dirigido”.

El periódico alemán Der Siegel informó que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) advirtió al Gobierno alemán que habría ataques contra los gasoductos Nord Stream.

Rusia y China, incidentes que ponen en grave Estados Unidos ha perdido su hegemonía a nivel global y esta sería la razón para que agreda a riesgo a toda la humanidad.