Solidaridad con mujeres de Irán

Rosalía Arteaga

Este pasado 24 de febrero, ante la asistencia de cientos de personalidades invitadas del mundo entero, en la ciudad de París, tuve la oportunidad de asistir a la realización de un impresionante evento organizado por las Mujeres Iraníes en Resistencia, lideradas por una carismática y luchadora mujer Maryam Rajavi, quien ha sufrido en carne propia la persecución y la pérdida de familiares por parte de tiranías opresoras y misóginas.

La lucha de las mujeres en Irán lleva décadas. Han perdido a miles de personas y, sin embargo, continúan con optimismo, tratando de encontrar una vía hacia la igualdad y la libertad.

Para ello han elaborado un plan de doce puntos que son el camino para la consagración de derechos y libertades para las mujeres, lo que indudablemente redundará en la recuperación del país con miras a insertarlo en la comunidad internacional de países democráticos y respetuosos de las libertades.

Para tener una idea de la magnitud de lo que ocurre en el Irán de los actuales momentos, debemos saber que las mujeres no tienen derecho a salir a la calle sin el acompañamiento de un hombre, se ven forzadas a usar un velo, no pueden dedicarse a actividades fuera del hogar y, por supuesto, no tienen acceso a elegir una profesión. Su capacidad de acceder a bienes se ve limitada totalmente por la propia ley, que considera que ni siquiera tienen derecho a recibir una herencia de igual forma que los hombres y se ven obligadas a matrimonios forzados.

La valentía de las mujeres de Irán es evidente. Luchan tanto dentro como fuera de las fronteras de su país, lo que les ha atraído una serie de retaliaciones, prisión, violencia, muerte. Ante todo esto el mundo no puede permanecer impasible; necesitan nuestra solidaridad.

Maryam Rajavi y las mujeres de Irán merecen nuestro respaldo frente a una dictadura opresora que se ha caracterizado por su misoginia y por la violación permanente de los derechos humanos de las mujeres.