Tarea urgente

Rodrigo Santillán Peralbo

La crisis económica que golpea con dureza y crueldad al pueblo, solo puede superarse desde el momento en el que se imponga la justicia social que conduzca, entre otros aspectos, a establecer la igualdad de oportunidades, la existencia de un trabajo digno que acabe con el desempleo para que nunca se desperdicie la fuerza laboral que, a su vez, posibilite la apertura de nuevas fuentes de riqueza para beneficio de todo el país.

Esta sería una de las urgentes tareas del nuevo Gobierno, inclusive, antes de que se convoque a una consulta popular sobre temas económicos y de seguridad que serían superables si hubiese empleo pleno que, también, posibilitaría la eliminación de la pobreza extrema y «recobrar la institucionalidad».

El nuevo Gobierno debe enfrentar el problema de la seguridad sin recurrir a peligrosas represiones, ni adoptar medidas extremas como endurecer penas, segmentar cárceles o nombrar a jueces sin rostro, o propiciar profundas reformas al Código Penal que, tal vez, sean necesarias. Sin embargo, es indispensable trabajar intensamente en la eliminación de la pobreza, es decir en la búsqueda del fin del sistema de explotación que se constituye en uno de los orígenes de diversas formas delincuenciales.

La electa vicepresidenta de la República, Verónica Abad, ha expresado que el Ecuador vive en la oscuridad y que han existido elevados índices de violencia política que provocaron el asesinato de Fernando Villavicencio, por ejemplo, pero la violencia la sufre cotidianamente el pueblo, por lo que es una tarea urgente encontrar y superar las causas que la provocan y, entre ellas, la situación económica que atormenta a la mayor parte de las familias ecuatorianas que es consecuencia de las desigualdades y del atropello de la riqueza a la pobreza.