Radicalización política

Bueno es tener firmes principios políticos, pero pésimo olvidar que otros los tienen diferentes y tratar de ignorarlos, despreciarlos y jamás contemporizar con sus supuestos antípodas. En el Ecuador, luego de los 18 días de violentas manifestaciones y exigencias por parte de los indígenas, se mantienen jornadas de negociaciones para llegar a un acuerdo concertado, aunque otros sectores que no están en el diálogo con el Ejecutivo exigen que sus demandas pendientes sean resueltas o vuelve la resistencia, la violencia, los daños a la propiedad pública y privada, o sea la paralización del país.

Los indígenas, que son una minoría respetable, sangre de nuestra sangre, no representan al pueblo, pues existe una Asamblea Nacional, sectaria e ineficiente, pero que constitucionalmente —si algo vale el término— es la función que ejerce la función legislativa y de fiscalización política. Desde luego, como dice Baroja, a veces “la política es un juego sucio de compadres.”

En el caso no parece que en los dos bandos exista compadrazgo. Hay cerrazón en ver la realidad,   limitación económica, leyes laborales añejas, falta de inversiones,  economía mundial cambiante, pago de  la deuda pública, avance del narcotráfico corruptor. Además, es evidente que no hay aprecio ni por el presidente ni por la democracia; en consecuencia, mal puede haber comprensión. Se exige otro sistema, marxismo, populismo de izquierda, con ceguera a lo que sucede en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte.

Por supuesto que al Gobierno le corresponde con  habilidad tratar de solucionar los problemas sociales sobre todo la pobreza de ciertos núcleos (“ Lo que sobra a los ricos es patrimonio de los pobres”, dice San Agustín), para eso fue elegido y tiene en sus manos el disputado poder, sueño de los políticos. Tiene que ganarse la confianza que luego viene el éxito.

Si no hay madurez el conflicto proseguirá. A lo mejor sube a más de cinco millones el número de desempleados, con un crecimiento nulo del país, violencia y conspiraciones duras y blandas. Seguirá la batalla y el proceso para guiar bien la Nave del Estado se escapará.